Trabajamos en la región del Lago de Atitlán, Guatemala, con comunidades mayas que históricamente han enfrentado desigualdad y graves carencias, como resultado de la opresión y el racismo sistemático que vive el país.
Conscientes de que todas las personas merecemos oportunidades de superación, estamos convencidos de que es la comunidad maya quien puede y debe impulsar soluciones comunitarias y liderar nuestros esfuerzos.